lunes, 3 de junio de 2013

El señor de las moscas

El señor de las moscas (película de 1990)El señor de las moscas es una película dirigida por Harry Hook en 1990 basada en la novela homónima de William Golding. Existe una película anterior, dirigida por Peter Brook en 1963 también basada en el mismo libro de Golding (Lord of the Flies en inglés). En la película se hace explícito el sexo entre hombres, en uno de los diálogos entre los dos protagonistas, la intención del novelista de ofrecer una visión de la naturaleza humana alternativa a la que se refleja en el Emilio de Rousseau.

Argumento Un avión que lleva a casa unos cadetes de una escuela militar estadounidense sufre una avería y cae en el océano, cerca de una isla desierta. Los niños sobrevivientes llegan a la isla, llevando con ellos al piloto muy mal herido. En vista de las circunstancias, deberán organizarse para subsistir. Al darse cuenta de las pocas probabilidades que hay de ser rescatados, deciden unirse para sobrevivir, estableciendo unas normas mínimas de convivencia y un reparto de tareas. Pero pronto uno de ellos decide desmarcarse del grupo, arrastrando consigo a otros. Lo que en principio parece una decisión sin mayores consecuencias, acabará por convertirse en una guerra entre dos bandos, el escindido –que acabará siendo mayoritario, y en el que se vive bajo el dominio despótico del cabecilla–, y los que desean mantener la estructura inicial, que acabarán siendo reducidos en número hasta quedar dos (Ralph y Piggy).
Pero antes ocurre un sórdido suceso: uno de los niños es asesinado con lanzas en medio de una frenética danza cuando se aproxima corriendo con un neón en la mano a una celebración del grupo en torno a una hoguera para dar la noticia del hallazgo del Capitán Vicent. La negativa a asumir la responsabilidad de este acto arrastrará al grupo a una espiral creciente de violencia y sinrazón. Piggy, que de algún modo encarna la voz de la razón, acabará siendo también asesinado, y después de ello, se inicia la persecución de Ralph, que encarna al sentido común, para lo cual prenden fuego a la isla. La llegada de los adultos termina con esta guerra.